En otra gran demostración de fútbol, Morón fue ampliamente superior a Almirante Brown y "apenas" lo derrotó 2 a 0, en un resultado final que no refleja las enormes diferencias individuales y colectivas evidenciadas entre uno y otro.
Con este nuevo triunfo, el tercero consecutivo, para ampliar la racha actual a nueve sin derrotas, con siete victorias y dos empates, el equipo de Walter Otta comenzó la segunda rueda del torneo de la Primera Nacional, confirmando su gran momento, que lo ubica en el segundo lugar de la tabla zonal, con 33 unidades, a sólo tres puntos del único líder, Gimnasia y Esgrima de Jujuy.
Y por si fuera poco, el Gallo finalizó este raid de tres partidos en fila de local, con puntaje perfecto, venciendo merecidamente a un rival directo y muy "chivo", como Chaco For Ever, a otro de opaco presente, pero siempre candidato y con individuales de jerarquía, tal el caso de Colón de Santa Fe y como "frutilla del postre", el triunfo en el clásico, frente a Almirante Brown, a quien superó con holgura, con una "chapa" final de 2 a 0 que le "hizo precio" al conjunto de Isidro Casanova.
Repitiendo el once de inicio, del último sábado ante el "Sabalero" y fiel a su sana costumbre, el Gallo salió a apretar bien arriba a su rival de siempre y a imponer condiciones desde el pitazo inicial de Pablo Giménez, tanto es así que a los seis minutos de iniciado el pleito, la multitud del Gallo, presente en una noche más que desapacible, explotaría con el primer grito de gol en el Nuevo Francisco Urbano.
Luego de un buen encuentro por izquierda, la franja donde Morón hilvana sus mejores acciones, con Iván Vaquero (cada partido más sólido en su puesto), Mariano Bíttolo ("entre algodones", pero con una jerarquía, inteligencia y prodigalidad que disimulan cualquier molestia física), Fabricio Sanguinetti, Yair González y su homónimo, Gastón González (una vez más, como frente a Colón, de descomunal partido, jugando, corriendo y manejando pelota y tiempos), de un cruce entre Yair González e Ivo Costantino, el primero se iría con decisión rumbo al área de Almirante y ante la salida del arquero, la colocaría con precisión milimétrica por arriba, junto al poste izquierdo.
Con la temprana diferencia a su favor, el Gallo se asentarla aún más y profundizaría su presión y supremacía sobre una visita desbordada por todos lados, tanto es así que Morón bien pudo sacar diferencia de dos, antes de los 15' del primer tiempo, tras un rebote largo del "Mono" Ramiro Martínez, el "1" de la visita, que capitalizaría Gastón González, con una suerte de "cucharita", pero con potencia, para tratar de evitar la maraña y el desparramo de pies adversarios en la línea de gol, pero la pelota con destino irremediable de 2 a 0, iría a estrellarse injustamente contra el travesaño de Casanova.
De allí y hasta el final de la primera etapa, Morón se tomaría un "descanso" lógico, luego de tanta presión, lapso durante el cual, Brown intentaría generar algo de peligro, lo que recién conseguiría a los 39' del primer tiempo, con un remate "venenoso" de Gonzalo Flores, bien conjugado y rechazado al tiro de esquina por Julio Salvá, en el primer palo.
Mientras tanto, Morón daba la sensación de sentenciar el resultado cuando lo quisiera y afinara la última puntada, algo que no lograría en los primeros 45', dilapidando varias contras de peligro, por malas decisiones en los metros finales del área rival
En el complemento, el equipo de Walter Otta volvería a "apretar" a su clásico rival contra su arco y bien pudo marcar el segundo, antes de los 10' de la segunda etapa, pero un rechazo sobre la línea, cuando todo el estadio gritaba la segunda conquista, seguiría manteniendo a Almirante en partido, por lo menos, desde lo numérico.
Lejísimo en el desarrollo, pero demasiado cerca en el resultado, Almirante nuevamente procuraría acercar peligro al arco de Salvá, algo que podría concretar en una ocasión, con el intento de remate de Enzo Cardozo (el lateral diestro, de lo mejor de la visita), ingresando al área grande, desviado con una "barrida" providencial de Vaquero, en una cobertura encomiable y fenomenal.
Sólido en defensa, con volumen de juego en el medio y los puntas solidarios y participativos, Morón no sufrió nunca, más allá del resultado injustamente corto, hasta que a los 37' del segundo tiempo y luego de una muy buena jugada colectiva, sobre el lateral izquierdo de la defensa visitante, el ingresado Facundo Báez asistiría a Gastón González, para que defina con la calidad y la claridad de siempre, y poner cifras definitivas en el resultado y un poco más ajustadas en los méritos de uno y otro equipo.
Ya con un hombre de menos, antes del segundo tanto del Gallito, Almirante terminaría con nueve, por una acción rarísima de Matías Belloso, que pareció agredir verbalmente a Franco Lorenzón, estando éste en el piso, recuperándose de un choque de cabezas y ante la roja decidida y directa de Pablo Giménez, increpar al árbitro, de tal manera que, por un momento, pareció con intenciones de tomarlo del cuello, para finalizar su "bizarra" expulsión, con una corrida enajenada rumbo al vestuario visitante, que en primera instancia pareció enfilada a tomársela con alguien de afuera del campo de juego.
En definitiva, una clara imagen de la confusión y la impotencia de una visita, desbordada por un Morón que lo demolió en los 90'.
Final del partido y del raid de partidos de local, con la marca ideal de otras tantas víctorias, para convertir al Gallo en un puño apretado y ese racimo de jugadores, cantando y festejando de cara a su gente, con la ilusión como estandarte.
3 de 3.
Y feliz día del PADRE!.
@elgallogustavo.
📸: Eduardo Fabián Acuña.